Ps. Patricia Ugarte
Hilda tenía una cita con Pedro, su actual pareja. Habían acordado encontrarse a las 6 pm en una reconocida cafetería miraflorina. Ella, fiel a su estilo, llegó a la hora acordada y esperó. Diez minutos después él la llamó para cancelar la reunión y la pospuso para el día siguiente, a la misma hora y en el mismo lugar. Lo curioso fue que, al día siguiente, Pedro tampoco fue a la cita, aunque tres días después se encontraron y estuvieron juntos. Hilda hubiera querido reclamarle y decirle lo mal que se sintió, pero -como siempre- cree que sus sentimientos y necesidades están en un segundo plano.
El Esquema de Subyugación es un patrón de conducta en donde el paciente permite que las demás personas lo dominen y “hagan lo que quieran”, y es clásico que piensen que son el número dos en una relación. Piensan que deben someterse a las necesidades, caprichos y demandas de los otros antes que a sus propios deseos y necesidades. Y este comportamiento se debe a que tienen miedo a desatar la cólera en el otro o al rechazo de las personas con las que establece relaciones.
Cuando era niña, Hilda, recuerda que no podía contradecir los deseos de su progenitora. La llevó a estudiar ballet, piano, violín, pintura e idiomas, Hilda nunca pudo elegir lo que realmente le hubiera gustado hacer pues debía aceptar “sin chistar” lo que su madre decía, de lo contrario, sería castigada y tratada con indiferencia. También le elegía su vestimenta y peinados y, reconoce que su padre nunca decía nada que contradijera a su esposa y es posible que también haya tenido este esquema.
Como podemos ver, a estas personas desde muy pequeños se les ha internalizado la idea de que sus necesidades, deseos, anhelos, sueños, creencias, opiniones, etc., no tienen importancia ni trascendencia, por lo que deben saber que están subordinados a los deseos y necesidades de otras personas con cierta figura de poder. A Hilda, justamente, le atrajo Pedro por su rostro adusto y porte militar, es decir, hubo una “química de esquemas”.
Hay una frase popular que dice: “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo aguante” y estas personas con el esquema de subyugación pueden desarrollar a largo plazo comportamientos violentos como arrebatos incontrolados de cólera, dependencia de sustancias y, también, somatización en diferentes partes del cuerpo.
La intervención terapéutica bajo este modelo busca que los pacientes aprendan a expresar sus propias necesidades y emociones, empezando por los sentimientos de frustración, rabia, soledad e incomprensión durante su niñez. Ellos aprenden que tienen derechos y que tienen el potencial para defenderse y hacerse valer. También eligen y seleccionan a las personas de su entorno que sean empáticas e igualitarias.
En el tratamiento de este esquema empleamos técnicas experienciales, cognitivas y conductuales y el trabajo de modos es vital para conseguir cambios significativos y cabe resaltar que este es uno de los esquemas que tiene un proceso de recuperación más rápido. Hilda comprendió que su comportamiento obedecía a un estilo de crianza en donde no se le permitió validar necesidades y también internalizó las conductas de sometimiento de su padre. Hoy, ella, ha iniciado una nueva relación y considera que es importante poder expresar sus deseos y necesidades asertivamente.
Ps. Patricia Ugarte
¿Sientes que no eres tan inteligente como la mayoría de las personas?
¿Crees que las personas de tu edad tienen más éxito que tú?
¿Crees que eres menos competente que otros en las áreas de rendimiento?
¿Sientes que no tienes ninguna habilidad especial que valga la pena?
Roberto toca muy bien la guitarra y ha participado en algunos grupos de música criolla de poco renombre. En su barrio es muy conocido y cuando hay un cumpleaños lo invitan y él acude gustosamente con su instrumento musical. Sin embargo, cuando lo llaman de agrupaciones musicales de cierto renombre pone mil excusas para no presentarse y finalmente, pierde la oportunidad de pertenecer a un grupo reconocido y mejorar su economía.
El Esquema de Fracaso hace que la persona se sienta incompetente, incapaz e inútil en las actividades en donde tenga que demostrar sus capacidades. Roberto está convencido de que es un guitarrista de media capa y que su talento tiene límites en comparación con otros músicos que él conoce. Este esquema lo ha cegado y niega su capacidad musical que otros sí lo reconocen, incluso ha llegado a creer que las personas que lo valoran lo hacen por compromiso o por no lastimarlo.
Hay muchas personas con este esquema y es frecuente que se rindan, es decir, que en su pensamiento solo exista una opción: soy incompetente y, obviamente al pensar así, muestran un comportamiento apático, desganado y sin aspiraciones. Otros pueden presentar conductas evitativas como la famosa procrastinación en donde suelen postergar las actividades que le demandarán esfuerzo y competencia como hacer un curso de especialización, terminar una monografía o tesis o, simplemente, hacer sus tareas, en el caso de estudiantes.
Curiosamente, este esquema en su estilo de sobrecompensación puede hacer que las personas intenten disimularlo trabajando más que los demás, que se muestren archicompetentes aunque en su fuero interno sientan que son un fracaso: es así como se perciben. Estas personas incluso pueden lograr muchas cosas en su vida tanto a nivel económico, académico, familiar, pero no se lo creen ni pueden valorarlo en comparación con la gente de su entorno que le reconoce sus éxitos.
En su niñez, Roberto, constantemente era comparado con su hermano mayor. Su madre le decía, ante su bajo rendimiento escolar, que debía ser como su hermano. Recuerda que su padre decía: “Este mi hijo, no ha nacido para estudiar”, “Qué será de su vida cuando sea grande”. En el colegio, le decían “Lágrimas” porque cuando la profesora lo llamaba y le pedía las tareas, se ponía nervioso y lloraba. Sus participaciones en las actuaciones escolares a través del canto le permitían pasar de año. Reconoce también que nadie le ayudaba en sus tareas escolares.
Hay otros casos en que la persona pudo haber tenido un trastorno de aprendizaje como dislexia, discalculia, disgrafía u otros trastornos asociados como el TDA-H que les imposibilitaron una escolaridad normal. Estas situaciones escaparon a la voluntad del niño pues obedecían a factores neurológicos que hacía que procese la información de una manera involuntaria y diferente. La intervención terapéutica es consciente de estos hechos y de otras situaciones como la falta de disciplina u otros esquemas vinculados a este.
El tratamiento terapéutico busca el desarrollo y crecimiento personal de Roberto. Conocer el origen de su esquema le permitió lidiar con sus voces críticas que había internalizado como suyas cuando en realidad correspondían a sus figuras de apego y al entono infantil. Hicimos un trabajo experiencial en donde a través de la confrontación pudo reconocer que él tenía sus propias habilidades y que merecía, como todos los niños, el respeto a sus propias aptitudes. Comprendió que hay diferentes inteligencias y la suya era la musical y era tan valiosa como las otras.
Después de varias sesiones, Roberto, se mostraba diferente, se le veía seguro y orgulloso de ser músico. Nos contó -muy alegre- que había sido contratado para dar clases de guitarra en una institución municipal que ofrece cursos de verano y que le parecía imposible hacer algo que durante muchos años había sido uno de sus sueños. Cuatro meses después, lo volvimos a evaluar a través del Cuestionario de Esquemas de Young, e increíblemente el esquema de fracaso se había reducido significativamente.
Ps. Patricia Ugarte
¿Piensas constantemente que tu pareja te va a dejar?
¿Eres muy controlador/a, celoso/a, y desconfías de tu pareja?
¿Prefieres evitar una relación sentimental porque crees que te dejarán?
Sandra vive angustiada por el temor de que su pareja la deje. Cualquier situación que compromete a su novio es para ella un indicio de que algo le oculta y piensa que hay otra mujer a la que él finalmente preferirá. Ella hace todo lo que su novio le pide incluso, solicitó un préstamo bancario para que él se compre un automóvil. La vida de Sandra se ha vuelto muy inestable y ha desarrollado un cuadro de ansiedad.
Cuando las personas desarrollan el Esquema de Abandono internalizan la creencia de que las personas que amamos o con las que creamos un vínculo de amistad nos van a dejar de un momento a otro ya sea por una enfermedad mortal o por voluntad propia, por ello muestran un temor permanente y están alertas ante cualquier situación. Curiosamente, la química de esquema, hace que se relacionen con personas comprometidas o con aquellos que tienen trabajos temporales en provincias como es el caso de los militares y otro tipo de trabajadores.
Cuando Sandra tenia ocho años, falleció su padre de un edema cerebral. Su madre tuvo que doblar su rutina de trabajo para solventar los gastos del hogar por lo que apenas si la podía ver los días domingos. Creció en un ambiente de soledad y recuerda que lloraba constantemente por la partida de su padre y, también, le era doloroso ver a otras niñas con su papás en las reuniones que hacían en la escuela y a nivel familiar.
Esta es una historia que nos demuestra que el Esquema de Abandono se incorpora en nuestra vida como consecuencia de una niñez en donde no tuvimos a nuestras figuras de apego dispuestas para darnos cariño, escucha, contención, protección, presencia, etc., en los momentos en que los necesitamos. Puede ser, también, que el hijo nunca haya conocido a su padre o a su madre, o que estos hayan desaparecido geográficamente o incluso que hayan viajado a otro país o región y que a pesar de mantener una comunicación regular a través de las redes sociales se sienten solos y abandonados.
El caso de Sandra es típico, sin embargo, existen otras formas de manifestarse este esquema y una de esas maneras es a través de la Evitación en donde el sujeto no desea relacionarse con nadie y presenta cientos de excusas para evitar un compromiso. Otra forma de manifestarse es mediante la Sobrecomprensación, en donde el sujeto al tener una relación tiende a encontrar motivos para terminar o, su comportamiento irracional genera que la otra persona la termine dejando por considerarlo altamente tóxico.
El tratamiento a través de la Terapia de Esquemas busca que los pacientes comprendan la naturaleza de su comportamiento y que aprendan a establecer relaciones estables y que internalicen que no es cierto que las personas significativas para ellos vayan a desaparecer de sus vidas. Así mismo, esto les dará tranquilidad y aprenderán a no magnificar y malinterpretar ciertas conductas de sus parejas o amistades. También podrán desarrollar la capacidad de estar solos durante espacios largos sin que sean víctimas de tristeza, ansiedad o depresión.
Ps. Patricia Ugarte
Fabiana terminó, con méritos, la carrera de Administración de Empresas hace cuatro años y cada vez que tiene una entrevista de trabajo le dan náuseas, mareos o diarreas y se queda en casa. Ella considera que es demasiado flaca y que sus extremidades son desproporcionadas, considera que su nariz no es bonita como las demás chicas, además dice que sus senos son pequeños, que no tiene caderas ni nalgas y encima señala que es muy alta.
A pesar de que Fabiana es una joven realmente hermosa con un cuerpo de modelo de pasarela ella se siente defectuosa y tiene miedo a ser expuesta lo que le genera un sentimiento permanente de vergüenza y rechazo hacia sí misma. Su madre le exige que consiga un trabajo, como sus vecinas que también han terminado su profesión, y ya están trabajando; también la compara con su hermano mayor que trabaja en una entidad pública y tiene una buena remuneración.
Fabiana se encierra en su dormitorio y tiene ataques de llanto, se siente vacía, sin esperanzas y cuenta que se siente sin fuerzas para nada e incluso ha pensado en quitarse la vida para escapar del dolor que la embarga. Como ven, Fabiana atraviesa por un cuadro de depresión mayor y acudió a consulta en compañía de su madre, a pedido del hermano quien costea la terapia.
En la sesión, observé que a Fabiana le costaba expresar sus emociones, pues adoptaba el Modo Protector alejado (tratan de no hacer contacto con sus sentimientos porque durante muchos años no han tenido una figura de contención y apoyo emocional, y generalizaron que nadie podrá comprenderlos) lo cual es frecuente en casos de depresión por lo que, en nuestro modelo disponemos de protocolos específicos para ablandar este modo y puedan acceder a la expresión de sus emociones. Ese fue el inicio del tratamiento y en seis sesiones (dos veces por semana) Fabiana se encontraba estabilizada y a partir de allí empezamos el trabajo con este esquema y otros que tenía en una escala menos significativa. Ella ha dado un cambio importante en su vida y hoy se desempeña en su profesión en una cadena de supermercados.
Nota: el nombre de la paciente es ficticio y las situaciones han sido modificadas para proteger su identidad.
El Esquema de Imperfección y Vergüenza se construye en la niñez cuando se ha tenido un entorno de rechazo, críticas, comparaciones e indirectas generándoles sentimientos de inseguridad y tristeza. No fueron aceptados ni valorados en su esencia de seres en un proceso de crecimiento y desarrollo, les faltó el ingrediente de amor por parte de sus figuras de apego quienes racionalizaron este sentimiento con ideas como: “Lo hacemos por tu bien, para que seas una persona exitosa”, “Tienes todo lo que necesitas a diferencia de mí que no tuve tu suerte”, incluso fueron víctimas de acusaciones totalmente injustas, criticados por ser inútiles , lentos, torpes, feos, estúpidos, y muchas veces rotulados como las ovejas negras de la familia.
Este Esquema, como consecuencia de una infancia tóxica, no solo afecta la percepción de la imagen de la persona, sino que podrían afectar el autoconcepto y se pueden sentir que son demasiado crueles, necesitados, vagos, tontos, gordos, flacos, débiles por lo que temen establecer relaciones con otras personas por la creencia de que en algún momento se van a dar cuenta de sus defectos y serán el centro de atención por todos. Como verán el tratamiento de este esquema apunta a desarrollar su modo Adulto Sano que redundará en beneficio de su autoestima.
Ps. Patricia Ugarte
¿Crees que las personas que se acercan a ti lo hacen para hacerte daño?
¿Es frecuente que pienses que las personas te manipularán, te mentirán, te engañarán?
¿Desconfías y sospechas de todos y por eso siempre estás alerta?
El día de su matrimonio, Carmen subió a su dormitorio y encontró a su flamante esposo teniendo relaciones sexuales con una de las invitadas a la fiesta. Salió de la habitación y no dijo nada. A los tres días le reclamó y este la tildó de enferma, mentirosa y la golpeó: un puñete cobarde le rompió los labios. Así empezó la historia de maltratos, infidelidades y descalificaciones en la vida de Carmen durante veintitrés años hasta que motivada por los hijos denunció al agresor y se separaron.
El Esquema de Abuso y Desconfianza se desarrolla en la infancia cuando los niños fueron víctimas de abuso físico o sexual por sus figuras del entorno como padres, tíos, primos, profesores. También se genera cuando, a pesar de no ser violentados directamente, fueron testigos “presenciales” de abusos como cuando el papá golpeaba a la madre. Hay otras situaciones coyunturales que generan este esquema como podría ser que los hermanos mayores abusaban del menor o en el colegio era objeto de bullying, etc.
Cuando se tiene este esquema desadaptativo pueden ocurrir tres situaciones:
1) La persona no sabe por qué, pero siempre selecciona una pareja maltratadora, tóxica y abusiva y, también, por el esquema que desarrolló, lo permite y hasta lo puede justificar.
2) No quiere establecer relaciones afectivas con nadie porque evita ser vulnerable y terminar lastimada. Evita los encuentros de una manera u otra.
3) En sus relaciones afectivas se pueden tornar violentos y abusar de los otros; es un mecanismo inconsciente para evitar que le hagan daño.
Carmen es una sobreviviente de tanto abuso, sus vivencias en más de veinte años han sido muy dolorosas y traumáticas. Dijimos en un comienzo que los esquemas se desarrollan en la niñez, es decir, no aparecen por arte de magia o por casualidad. Carmen tuvo una niñez traumática; era testigo de los maltratos de su padre a su mamá -cuenta que fue desde los tres años-, luego hacia ella misma y sus hermanos.
El tratamiento para este esquema, paradójicamente, no se centra en lo que le ocurrió en su vida adulta; para sanarla tenemos que hacer un viaje a su niñez y desde allí empezamos a tejer el proceso terapéutico que le permita su recuperación. Si nos enfocáramos en sus experiencias tóxicas de su adultez, solo estaríamos tratando la sintomatología como cuando te dan una pastilla para el dolor de cabeza, pero no van a la causa que lo origina. La Terapia de Esquemas apunta a la raíz del problema, no a lo periférico.
Carmen aprendió que sí se puede confiar en las personas; que por culpa de unos cuantos no se debe generalizar que todos son malos y desconfiar de ellos. Aprendió, también, que ella tiene derechos y que es ella misma quien tiene que hacerlos respetar; se dio cuenta de que el sistema judicial del país ahora es más sensible al maltrato físico y psíquico. Carmen hoy puede controlar su distancia psicológica y puede mantenerse alejada de personas tóxicas.
Ps. Patricia Ugarte
¿Te cuesta mucho integrarte a un grupo porque sientes que eres diferente?
¿Te gustaría tener amigos, pero piensas que no te van a tener en cuenta?
Viviana es una joven estudiante de Arquitectura, no tiene amigos en el aula salvo una de la infancia y que se encuentra en el extranjero: se comunican mediante las redes sociales.Padece mucho cuando tiene que ir a la biblioteca de la universidad, dice que cuando está frente a la puerta siente algo así como “un cólico en el rostro y en todo su cuerpo”. Las pocas veces que ha ingresado ha tenido que retirarse porque siente que todos la observan y no puede centrarse en la lectura.
El Esquema de Aislamiento Social hace que las personas no se sientan identificadas con los miembros de un grupo; se consideran que no están a la altura de los demás por lo que serán rechazados o ignorados. Tratan de no participar en eventos sociales ni familiares porque sienten que nadie le va a tomar en cuenta y quedarán expuestos ante la mirada de todos. Prefieren realizar actividades solitarias como leer, ver televisión, jugar en red, etc. Este esquema es muy significativo en la fobia social.
Este esquema desadaptativo temprano, al igual que los otros, los limita en su desarrollo personal y les genera sentimientos de ser poca cosa ante los otros. Puede aparecer en personas con discapacidad o alguna alteración física, también en estudiantes superdotados, en hijos de padres alcohólicos, en huérfanos y adoptados, en homosexuales, en personas con una gran belleza o fealdad. Es un esquema que afecta tanto en damas y varones. Hoy, los niños que se encierran en sus cuartos durante horas con la tecnología del siglo XXI son candidatos a este esquema.
Los padres de Viviana trabajaban casi todo el día en un negocio familiar y ella se quedaba en casa con la empleada quien le ayudaba en sus tareas y -según cuenta ella- era muy buena. Señala que hasta el día de hoy le duele no haber participado en los cumpleaños de sus compañeritos de aula debido a que sus padres le negaban el permiso aduciendo que era peligroso cuando en realidad era más cuestión de disposición que de peligro.
Viviana expresa mucho dolor porque señala que esas oportunidades de su niñez son irreparables. Recuerda que le hubiera gustado compartir una pijamada con sus amiguitas, jugar y viajar con ellas en los paseos escolares. Sus padres la incentivaban más en el estudio que en divertirse con sus compañeros y primos de su edad. Como ven, estimados colegas, este aislamiento social es la respuesta a una niñez en donde los padres le negaron el derecho a relacionarse e interactuar con sus pares y, por tanto, se sintieron diferentes y desarrollaron este esquema.
El tratamiento del Esquema de Aislamiento Social busca que el paciente comprenda cómo fue que se originó este esquema y, en la mayoría de los casos, ellos podrán expresar saludablemente una ira contenida como resultado de haberles negado la oportunidad de interactuar en su momento. Aprenderán a no sentirse menos que nadie, a alejarse de grupos tóxicos, a buscar grupos en donde se sientan que hay similitudes y son aceptados y, sobre todo, aprenderán a desarticular sus pensamientos automáticos que antes lo sumían en un profundo dolor.
Ps. Patricia Ugarte
¿CONOCES TUS MODOS?
Te lo explicaré desde el enfoque de la Terapia de Esquemas. En primer lugar, un “modo de esquemas” es la postura -perceptible- que adoptamos frente a una situación determinada. En segundo lugar, responde a la activación de uno de nuestros Esquemas Desadaptativos Tempranos. Veámoslo de una manera simple con los siguientes ejemplos:
EJEMPLO DEL MODO NIÑO ENOJADO:
Un sujeto llega con su familia a un centro comercial y al no encontrar un estacionamiento se enoja y los miembros de su familia que lo conocen bien se dan cuenta y prefieren quedarse callados. El sujeto adoptó inconscientemente el Modo Niño Enojado pues su comportamiento es similar a la de una criatura que se molesta por algo que no le dieron o permitieron. Seguramente, usted amigo lector, alguna vez le ha dicho a su pareja o esta le ha dicho a usted algo así: “Te comportas como un niño” y es la pura verdad.
EJEMPLO DEL MODO NIÑO INDISCIPLINADO:
Sigamos con este mismo sujeto que da vueltas por la zona de estacionamiento y observa un espacio reservado para personas con alguna deficiencia física y, sin pensarlo, se estaciona en ese espacio. Mira a su esposa y se ríe; sus dos hijos que están en los asientos traseros se miran. Como pueden ver, esta persona, a pesar de saber que el aparcamiento estaba reservado, no le importó y se zurró en la norma vigente; su comportamiento fue como la de un niño que le quita un dulce a su hermanito.
EJEMPLO DEL MODO MATÓN ATAQUE:
Imaginemos que en el momento que dejan el vehículo aparece una persona mayor y le increpa al conductor su conducta (de aparcarse en una zona reservada) y le repite que eso no es correcto. El conductor lo mira con cólera y le dice: “A ti qué te importa”, “Por qué ch%#&a te metes”, “Te saco la p&%a m%#&e”, etc. Este comportamiento corresponde al modo Matón Ataque pues actúa fuera de la razón, de manera similar a un delincuente. Este modo es frecuente en personas violentas, agresivas y antisociales.
EJEMPLO DE MODO CRÍTICO
El sujeto da vueltas con su vehículo y mientras busca un espacio podría decirse: “Qué tonto fui para venir, mejor me hubiera quedado en casa”, “Por qué no me di cuenta que a esta hora es imposible estacionarse, qué imbécil soy”. Se recrimina constantemente y da por cierto todas sus afirmaciones, incluso podría encontrar un estacionamiento, pero ello no le cambiará sus creencias y sentimientos.
EJEMPLO DEL MODO ADULTO SANO:
Volvamos con el mismo conductor. Llega al centro comercial, busca un estacionamiento y ve que no hay espacios disponibles. Se dice que hay que esperar porque en algún momento alguien se tiene que retirar. Mientras espera habla con su esposa e hijos. Asume que todos tienen derecho de estacionar su carro y si no hay espacio, le corresponde esperar y en algún momento alguien se tendrá que retirar y asunto terminado.
El MODO ADULTO SANO es el modo por excelencia saludable. Si las personas lo desarrollaran, simplemente, este mundo sería mejor. Hay mucha gente que, seguramente conoces, tienen esta postura que les permite vivir en armonía y equilibrio. Los pacientes que vienen a terapia, en un 99%, tienen este modo Adulto Sano subdesarrollado y, por el contrario, los otros modos (los disfuncionales) muy desarrollados y que de manera crónica les afectan y les generan diferentes patologías.
Al desarrollar el Modo Adulto Sano, por defecto, los otros modos dañinos van disminuyendo y hasta pueden desaparecer de la vida del paciente. Pamela fue diagnosticada con una depresión mayor. Su modo predominante era el MODO CRÍTICO PUNITIVO que actuaba como una voz interior que le repetía constantemente que era incapaz, inútil, poca cosa, etc.
Este modo y todos los modos disfuncionales se aprendieron en la niñez y, en este caso, Pamela tuvo una profesora durante toda la primaria que constantemente le decía “incapaz”, “burra”, “buena para nada”, etc. Pamela comprendió que esa voz crítica y abusiva no había nacido con ella, sino que internalizó las voces de la maestra como si fueran suyas y las adoptó.
Se dio cuenta, desde su modo Adulto Sano, que esas voces habían contaminado todo su lenguaje y esto repercutía en sus pensamientos, sentimientos y acciones. Adoptar una postura Adulta Sana la llevó a mejorar su autoconcepto y autoimagen, y empezó a darle un cambio positivo a su vida.
Otro modo saludable en nuestro modelo de Esquemas es el “Niño Feliz” del que tendré el gusto de escribir próximamente.
Ps. Patricia Ugarte
¿Tu pareja actual -y las que conociste antes- eran emocionalmente frías y distantes?
¿Tratas de evitar una relación romántica porque consideras que nadie puede cubrir tus necesidades emocionales?
¿Eres muy demandante con tu pareja porque sientes que su amor no es suficiente?
Olga no se siente amada por su actual pareja. Él es frío, distante y desinteresado. Ella siente que da mucho más en esta relación y, curiosamente, señala que con sus antiguas parejas pasaba casi lo mismo, ella era como una directora de orquesta que manejaba y daba todo, sin embargo, nunca pudo sentirse amada, protegida y comprendida. Cree que al final se quedará sola porque se siente decepcionada de los hombres.
El Esquema de Privación Emocional se origina cuando las figuras de apego, principalmente, la madre, no cubrieron las necesidades emocionales de conexión madre-hijo. En el caso de Olga ella dice que su madre la tuvo cuando aun estaba en el colegio y fue su abuela quien la cuidó, incluso contó que a los dos meses tuvo una infección ocular y que de no haber sido por la abuela quien se dio cuenta y la llevó al médico, se hubiera quedado ciega.
Otra forma de manifestarse este esquema es mediante la evitación. Ruth es una paciente próxima a cumplir las cuatro décadas. Se encuentra soltera y evita cualquier situación que le permita establecer vínculos afectivos; prioriza su trabajo como asistenta social en un centro de reclusión de menores. Ruth fue la quinta hija de una relación en donde papá y mamá atendían su propio restaurante. En los trabajos de imaginería, recuerda que de niña pasaba muchas horas sentada dentro de un corralito de madera.
En este caso, los padres de Ruth estaban con ella, pero “ausentes y desconectados”. Pudieron haber cubierto sus necesidades de alimentación y abrigo, sin embargo, no estuvieron en el momento en que la niña necesitaba ser valorada, mimada, correspondida, etc. Ruth creció con la sensación de no ser amada ni valorada; nunca ha creído ser una persona especial y ha perdido todas las esperanzas de encontrar alguien que pueda satisfacer sus necesidades emocionales.
Este esquema tiene otras formas de manifestarse en las relaciones de pareja, por ejemplo, Luz tiene un esposo cariñoso, amable y siempre está para ella, sin embargo, considera que es poco lo que le ofrece su pareja, piensa que no es suficiente y quiere mucho más, es decir, a pesar de las muestras de cariño y atención no “se siente amada”. Ante situaciones en las que él no le contesta el fono o habla con otra persona, ella se enfurece, se torna demandante, crítica y agresiva.
La historia infantil de Luz no es tan diferente a la de los otros casos, solo que en ella prevalece una forma de respuesta diferente que es a través de la sobrecompensación, es decir, su comportamiento es sumamente demandante que llega a la agresión física y verbal. Este estilo también es frecuente en las personas con este esquema y genera un agotamiento en la otra parte que termina por buscar el divorcio o la separación. Quiero resaltar que todas estas conductas son inconscientes y hacerlas conscientes es parte de la intervención.
Este Esquema es uno de los más frecuentes en las sesiones terapéuticas, aunque la mayoría de los pacientes lo desconoce y cuando le preguntamos el motivo de consulta suelen decir que sienten soledad y tristeza; otros, cólera, pero no saben exactamente a qué se debe. En este modelo terapéutico conseguimos que aprendan a confiar en las personas, que manejen sus sentimientos actuales de privación, que contacten con sus necesidades de afecto y que lo expresen, que vean en su pareja un punto de apoyo y no la causa de su afección.
Ps. Patricia Ugarte
¿Cómo la depresión y la ansiedad se van fortaleciendo con nuestras conductas evitativas?
“La procesión va por dentro” es una expresión popular que connota mucho sufrimiento y dolor en la persona, solo que ésta no es capaz de expresarlo a través del lenguaje verbal, sin embargo, su lenguaje corporal lo delatará, aunque lo niegue en diferentes idiomas. Esta característica es muy frecuente en uno de los trastornos emocionales más recurrentes en las consultas como es la Ansiedad y Depresión.
Estas personas, en su niñez, tuvieron experiencias de abandono, descuido, maltrato físico-psicológico, privación emocional, incomprensión, etc., y lo lamentable es que justamente quienes debían protegerlos (padres y otros familiares, profesores, entrenadores, …) fueron actores directos de esa fuente del maltrato. Dadas estas nefastas circunstancias aprendieron que no se podía confiar en nadie e internalizaron conductas evitativas al dolor y sufrimiento como un mecanismos de protección.
Solemos decir que “aprendieron a no sentir”, sin embargo, esto no es tan cierto debido a que “la procesión va por dentro”, es decir, ellos sienten su dolor, lo sufren, lo padecen y pueden llorar en su soledad. Quizá lo más adecuado podría ser que “no hacen contacto con su dolor y no pueden expresarlo”; para ello aprendieron comportamientos evitativos como hacerse adictos al trabajo, a las reuniones sociales, a las comelonas, a beber en exceso, a la pornografía, casinos, etc.
En la Terapia de Esquemas generamos cambios profundos en el paciente, no desde el presente o desde las conductas disfuncionales actuales que más bien los vemos como los “síntomas” o resultados de una carencia de necesidades emocionales que no fueron cubiertas adecuada y oportunamente desde la niñez hasta la preadolescencia. El terapeuta de Esquemas se forma bajo un marco teórico sólido que le permite la “Reparentalización Limitada”.
La “Reparentalización Limitada” es un proceso continuo en el proceso terapéutico en donde a través de técnicas mixtas buscamos reparar en la medida de lo posible, los daños emocionales ocurridos durante la niñez. El terapeuta y el paciente viajan al pasado a través de la “imaginería” que es una herramienta poderosa para la “Reescritura de imágenes mentales” y desde allí puede satisfacer esas necesidades que fueron negadas en su momento. Para realizar estas actividades se requiere estar formado en este modelo que es supervisado por la International Society of Schema Therapy (ISST).
Otro recurso central en la Terapia de Esquemas es el “Trabajo de Modos” en donde, justamente, hacemos consciente en el paciente sus conductas evitativas como la consabida “No siento nada”. Para empezar a sentir y expresar sus sentimientos tenemos estrategias y técnicas específicas que generan el cambio en el paciente y abre el camino de su recuperación.
La Terapia de Esquemas es un modelo basado en evidencias, además de tener una estructura dinámica, creativa y muy práctica, incluso el lenguaje que se emplea carece de tecnicismos y trata de ser muy cercano al lenguaje coloquial.
Ps. Patricia Ugarte
¿Conoces personas que siempre están con cara de “pocos amigos?
Claro, seguramente, los has visto y tú primera impresión es “alejarte” de ellos y no establecer contacto, salvo que no te quede otra opción. Estas personas usan su rostro (serio o enojado) como un mecanismo de “protección” por lo que es casi inconsciente.
En la Terapia de Esquemas identificamos esta característica siempre que sea repetitiva y no ocasional, pues el enojo y la seriedad pueden responder a circunstancias emocionales pasajeras, sin embargo, cuando vemos que es un rasgo permanente entendemos que estamos frente a un “Modo de Esquemas” disfuncional.
Estas personas de niños tuvieron experiencias dolorosas por parte de sus figuras de apego u otras cercanas; fueron maltratadas física o mentalmente, pudieron ser testigos de una violencia familiar, sufrieron abusos en el colegio, etc. En estas personas siempre habrá una historia de mucho dolor.
Estos rostros de enojo o mucha seriedad, cuando fueron niños, fue quizá lo único que les servía para protegerse de los abusos ya que no contaban con la protección de sus padres u otras figuras cercanas. “Aprendieron” a usar su rostro como una barrera que les protegiera del daño, sin embargo, “ahora” como adultos siguen manteniendo ese mismo recurso inconscientemente, a pesar de que su situación es diferente y ya no es necesario mostrarse a la defensiva.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de estar en este Modo Protector Enojado?
Si vemos objetivamente el tema, podemos ver que “no” hay ventajas. Por el contrario, las desventajas son mayores y repercuten en su vida diaria, además de que este modo va a perpetuar sus Esquemas Desadaptativos Tempranos.
Mary, por ejemplo, reconoce que desde que pone un pie en su facultad adopta su postura de Protector Enojado y así nadie intenta acercarse a ella. Tiene problemas para hacer los trabajos grupales lo que le genera un tremendo estrés y sentimientos de inferioridad y pensamientos distorsionados que la llevaron a un cuadro depresivo. Al comprender lo que hacía y por qué lo hacía empezó a cambiar este modo (ella lo llamó “Modo Falso”)empezó su recuperación.
En la Terapia de Esquemas trabajamos desde los modos de esquemas y este no es el único, hay otros como el “Protector Alejado”, el “Cómplice Rendido”, el “Manipulador” y otros que comentaré en las siguientes semanas. Para cada modo tenemos protocolos específicos de intervención que nos permiten realizar cambios significativos. Para ello seguimos escrupulosamente los lineamientos de la International Society of Schema Therapy (ISST), de lo contrario solo estaríamos timando a nuestros pacientes y alumnos en formación.
TRABAJANDO CON MODOS DE AFRONTAMIENTO DIFÍCILES
Mtro. Sergio Morales Hernández
Artículo realizado por el Mtro. Sergio Morales Hernández para el Boletín de Junio 2017 - ISST. El presente escrito se centra en el trabajo de los Modos de afrontamiento desde su gran experiencia en adicciones. Así mismo, en los resultados alcanzados en el trabajo individual y de grupo en el Modo Autotranquilizador.
PERSONALIDAD, NEUROCIENCIAS Y TERAPIA DE ESQUEMAS
Dra. Lydia Tineo
La Terapia Cognitiva para los Trastornos de Personalidad muestra una progresiva congruencia entre los modelos actuales respecto a la redimensión de aspectos implicados en su perspectiva teórica y clínica, que convergen en la misma dirección, acerca de temas comunes a la Personalidad y las funciones neurobiológicas.Nos proponemos una breve revisión de los aspectos comunes sobre Personalidad y las funciones neurobiológicas, que facilitan el acceso a una nueva vertiente comprensiva de los procesos racionales, emocionales y sociales o interpersonales que no deberían ser exclusivos al evaluar tanto la psicopatología como la psicoterapia. La Terapia de Esquemas ha desarrollado refinamientos que han ampliado su capacidad explicativa y terapéutica para el tratamiento de estos desórdenes, describiendo la presencia de condiciones presentes en el contexto ambiental evolutivo infantil que afectan la estructuración de la personalidad, alterando su funcionalidad en diversos niveles que incluyen la neurobiología personal.
ASLATES - octubre 2016
TRASTORNO BORDERLINE Y TERAPIA DE ESQUEMAS
Dra. Lydia Tineo
Artículo realizado por la Dra. Lydia Tineo para la revista de Psicoterapia de la República Argentina. Este trabajo describe algunos estudios realizados sobre el trastorno de Personalidad Borderline y su etiología, así mismo, sobre los resultados de procesos terapéuticos completos, con seguimiento hasta de un año, donde se comprueba la eficacia de la Terapia de Esquemas en uno de los trastornos de personalidad más complejos que existe.
ASLATES - octubre 2016